Tras cuestionarme todo este tiempo “¿por qué?”, aprendí, aunque mucho más tarde, a preguntarme “¿por qué no?”.
"Nos quedan horas por quemar.
Nos queda la esperanza si hoy
la función no se acaba."
"Nos quedan horas por quemar.
Nos queda la esperanza si hoy
la función no se acaba."
Vetusta Morla
Usémonos. Sin miedo, con
ganas, como siempre hemos hecho. Con las risas, con las lunas, con las horas
efímeras como amapolas recién cortadas. Con la piel puesta, con las prendas al
suelo, sin rozarnos, siendo música. Siendo. Hagámonos daño y curémonos después.
Que no haya risa sin llanto. Hagámonos bien.
Busquémonos. Como deseamos,
como necesitamos, como el tiempo a las horas, como el sol a la noche. Como los
pinceles a los lienzos o mis dedos a la vida. Como nos busca el sol cuando
sabemos ser. Como se buscan el rojo y el violeta en los atardeceres.
Aún hay tiempo. Nos quedan
siestas en la alcoba, heridas por hacer y por curar, arena que pisar, césped
que rozar, cielos que nos vigilen, noches llenas de magia. Veranos y otoños, los
tuyos y los míos.
Tienes un “tú”, tengo un “yo”.
Creemos un “nosotros”. Un “nosotros” nuevo, desconocido, auténtico, único, que
nadie logre entender, que sólo comprendamos si es en común.
Y si no, dime: ¿acaso hace
falta que lo entienda alguien más?
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